En algún lugar de mi alma, de acceso difícil y agónico
Retoza sin sentido la pureza del corazón.
Dominante y atrevida, surge, empujada ante las constantes de la vida.
Duendes de la noche, patrullan indignados
Acechando la dulzura de una vida sin mal.
Quieren contaminar, con discursos insultantes y alegóricos
Una luz plena y fugaz que surge de esta fuente ilimitada.
Nada temo ante la fuerza de la mentira
Pues en ella cabalga adosada la firmeza de la verdad.
Y cuando a su paso, mina con destreza la necesidad de amar
Desde la sombra de la amargura brota la exigencia de ternura y pasión.
La pálida noche avanza desafiante sobre mi vida, llena de dudas y desaires.
Mas, entre las sombras batalla arrogante la luz de tu mirada.
Surgida de unos ojos que dirigen y adornan
Entre lagrimas y sollozos combaten mi ansia.
Conceden tranquilidad a mi existencia
Y dona humildad y armonía a cada amanecer.
Nada detendrá este fuego que brota
En el, la llama protege un amor que porta
Y alimenta sin dudas, un corazón que ama.
Saludos
kuko
Retoza sin sentido la pureza del corazón.
Dominante y atrevida, surge, empujada ante las constantes de la vida.
Duendes de la noche, patrullan indignados
Acechando la dulzura de una vida sin mal.
Quieren contaminar, con discursos insultantes y alegóricos
Una luz plena y fugaz que surge de esta fuente ilimitada.
Nada temo ante la fuerza de la mentira
Pues en ella cabalga adosada la firmeza de la verdad.
Y cuando a su paso, mina con destreza la necesidad de amar
Desde la sombra de la amargura brota la exigencia de ternura y pasión.
La pálida noche avanza desafiante sobre mi vida, llena de dudas y desaires.
Mas, entre las sombras batalla arrogante la luz de tu mirada.
Surgida de unos ojos que dirigen y adornan
Entre lagrimas y sollozos combaten mi ansia.
Conceden tranquilidad a mi existencia
Y dona humildad y armonía a cada amanecer.
Nada detendrá este fuego que brota
En el, la llama protege un amor que porta
Y alimenta sin dudas, un corazón que ama.
Saludos
kuko